- Marcia Morgado
Conozca a los coleccionistas de arte Raúl y Mily De Molina

Fotografías por Femke Tewari
El arte es uno de los principales moradores en la luminosa casa de Raúl y Mily De Molina en Key Biscayne. Desde que accedes al recibidor donde una enorme fotografía de Hillary Clinton está frente a una de idéntico tamaño de Clint Eastwood. Ambas forman parte de la serie Close Up de Martin Schoelle, fotógrafo de origen alemán radicado en New York. Un retrato más pequeño de Bill Clinton está en la sala, cercano a una fotografía de la serie The Hyena and Other Men, del sudafricano Peter Hugo, y una cabeza de la serie Chamanes, de Gastón Ugalde. Dos piezas que siempre cuelgan en lugares destacados: Costumbres de las Mareas, pintura de Gustavo Acosta y Arcotis Fastuosa, de Valerie Belin.
Raúl y Mily De Molina son una pareja simpática, gentil y acogedora que emana calidez y naturalidad. Conversamos acerca de la colección, la familia, el gusto por viajar y el Miami de los Ochenta
¿Qué criterio siguen en la adquisición de arte? Para Raúl: “lo más importante es comprar lo que te gusta” y para Mily: “tener una conexión con la pieza”.
La fotografía es una constante en la vida de Raúl De Molina; vivía en Madrid cuando a los 13 años su mamá le regaló la primera cámara para un viaje a París. A los 16 años llegó a Miami. Tras graduarse del Art Institute of Ft. Lauderdale, ejerció como fotoperiodista décadas antes de convertirse en figura popular de la televisión desde 1998 con el programa El Gordo y La Flaca en Univisión, donde funge como presentador con Lili Estefan.

Simpático e intrépido, a cualquier hora vestía un chaleco antibalas y se desplazaba en su BMW 318 donde fuera necesario para cubrir protestas, disturbios, tiroteos: “viví todos los disturbios raciales que hubo en Miami”. Captó momentos importantes en la década de los años Ochenta cuando las drogas formaban parte del paisaje urbano en el sur de la Florida. La corrupción policíaca de los Miami River Cops que se destapó en 1985 cuando seis traficantes de droga aparecieron flotando en el río de Miami: “fui el primero en llegar”. Y lo capturó.
Su trabajo periodístico para medios como Time, Newsweek, USA Today, The Chicago Tribune, U.S. News & World Report y Detroit Free Press, entre otros, le ganó numerosos premios en Estados Unidos y Europa. Mejor foto del año de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos en 1989 por la imagen de George Bush pescando en Palm Beach después de ganar las elecciones. En 1990, la del asesinato del candidato presidencial colombiano Bernardo Jaramillo Ossa. En diciembre 1989 cubrió la invasión norteamericana a Panamá; en 1990, el intento golpista musulmán de Trinidad y Tobago.
Esas imágenes contrastan con las de celebridades: Michael Jackson en la Victory Tour de 1984; la Princesa Diana esquiando con el Príncipe Harry en Necker Island, 1990; el Papa Juan Pablo II durante su visita a Miami en 1987; los actores Don Johnson y Philip Michael Thomas filmando Miami Vice y detectives encubiertos de la Policía de Miami que posaron delante del Puerto de Miami con el perfil de la ciudad al fondo cuando había solo un puñado de edificios.

Esa fotos formarán parte de From the Streets to Television, una exhibición que se inaugura el próximo 22 de noviembre en el Coral Gables Museum que explora su lado como fotoperiodista. Paralelamente en Letters from Overseas se presentan obras de una veintena de artistas seleccionadas de la colección de los De Molina.
Para Mily representa una oportunidad “para que se conozca el trabajo de Raúl como fotoperiodista”, y también: “que se recuerde un Miami diferente al de ahora, el Miami donde crecimos”.
Aunque en cuestiones culturales Miami no se puede comparar a otras grandes ciudades con siglos de historia, para Raúl: “Miami ha evolucionado después de los disturbios raciales”. Mily echa de menos la esencia de la ciudad y que “el decoro de antes se ha perdido”.

Después de décadas residiendo en Key Biscayne, en 2017 Rául y Mily con su hija Mía se instalaron en uno de los rascacielos del Brickell City Center. No duraron mucho tiempo. ¿Por qué? “El tráfico, la gente, una gritería insoportable. En el piso 37 yo oía los carros acelerando en la calle. El tráfico era horrible; de la salida de la I-95 en el downtown a mi casa que estaba a cuatro o cinco cuadras, me tomaba 40 minutos”. La falta de un sistema de tránsito que acomode las necesidades de la población; la congestión, densidad, y falta de planificación urbana exacerban estos problemas. Según Rául: “Era un estrés tremendo, estoy feliz de estar de vuelta aquí, y a la tranquilidad”. Mily también se siente contenta de estar de regreso a su casa, al “lugar donde creció la niña”, a un entorno familiar.
¿Qué hacen para relajarse? Ambos coinciden: “Irnos de viaje”. Entre sus lugares preferidos destaca Sudáfrica: “Me encanta Sudáfrica y me relaja mucho”, dice Raúl. También la capital española es un lugar que disfrutan: “Me gusta mucho Madrid, es una gran ciudad, tiene muy buenos restaurantes; es relativamente segura. Fue donde crecí entre los 10 y los 16 años. La pasamos de maravilla”. También les place viajar a Asia, “Hemos estado muchísimas veces en casi todos los países, desde el reino de Bután hasta Shangri-La, China y por toda Tailandia”.
En particular cuando viaja, Raúl necesita tener su iPad a mano, “para ver películas y fotos”. Pero lo más importante es: “Tener a mi esposa, que lleva conmigo casi treinta años y sin ella, no sería feliz viajando.”
El Miami de los Ochenta por Raúl De Molina

A partir del 22 de noviembre el Museo de Coral Gables presentará From the Streets to Television, una panorámica del trabajo de Raúl De Molina como fotoperiodista durante un momento importante en la dinámica de la ciudad de Miami. Es un oportunidad de conocer o recordar cómo era la ciudad décadas atrás, de (re)descubrir figuras claves en la política y la vida cultural, de (re)encontrar aspectos desconocidos u olvidados mediante una visión muy personal. La exhibición fue organizada por Yuni Villalonga, directora de proyectos comisariados del museo. Para más información visite su sitio web.