- Maite Lopez Pino
Tecnología: ¿Cómo será la vida entre vehículos sin conductor y carreteras inteligentes?

Imagina un mundo donde los autos no solo son vehículos, sino también compañeros inteligentes que anticipan tus necesidades y cuidan del medio ambiente. Bienvenido a un viaje hacia el futuro automotriz, donde las fronteras entre la tecnología y la movilidad se desvanecen. En las próximas líneas, exploraremos un horizonte que está más cerca de lo que crees, un escenario donde los autos se transforman en asistentes personales y las carreteras se convierten en rutas de innovación. Prepárate para descubrir cómo la conducción autónoma, la interconexión y la sostenibilidad fusionan sus caminos para dar vida a una experiencia de manejo que trasciende la imaginación. ¿Listo para acelerar hacia el futuro?
Adivinemos el futuro juntos a partir de los elementos que actualmente se relacionan con el diseño de automóviles. De acuerdo a la información consultada, todo apunta a que los autos serán predominantemente eléctricos, lo que reducirá las emisiones y la dependencia de los combustibles fósiles. La conducción autónoma será común, permitiendo que los vehículos se desplacen de manera segura sin la intervención de los conductores, mejorando la eficiencia y reduciendo los accidentes.
Ademas, estarán conectados a una red inteligente —conocido como el Internet de las Cosas—. Esta red les permitirá comunicarse con otros vehículos, con las carreteras y con sistemas de tráfico centralizados. Este alto nivel de sincronía mejorará la coordinación del tráfico, optimizará las rutas y aumentará la seguridad vial.
Los automóviles del futuro tendrán un diseño aerodinámico para mejorar la eficiencia energética. Los materiales livianos y resistentes, como el carbono y las aleaciones avanzadas, serán utilizados para reducir el peso y mejorar la autonomía de los vehículos eléctricos. Y por si nos parece poco, los nuevos vehículos contarán con sistemas de inteligencia artificial que aprenderán de las preferencias y necesidades de los usuarios. Los asistentes personales dentro del vehículo podrán realizar tareas, proporcionar información y garantizar una experiencia de conducción más cómoda.
En cuanto a los interiores, estos espacios serán altamente versátiles, con asientos ajustables, pantallas táctiles y sistemas de entretenimiento avanzados. Y es que los carros no llegarán solos a nuestras vidas, vendrán acompañados de carreteras equipadas con sensores y dispositivos de comunicación que interactuarán con los autos. Serán capaces de transmitir información en tiempo real, como condiciones climáticas, tráfico y obstáculos en la vía, un sistema de navegación integral que dejará a nuestro Google Maps actual como un bebé pequeño.
Las carreteras incorporarán tecnologías para cargar vehículos eléctricos mientras están en movimiento, lo que extenderá su autonomía. Además, los autos eléctricos se podrán cargar de forma inalámbrica mientras se encuentran estacionados o en reposo. Las carreteras podrán adaptar su superficie según las condiciones climáticas, mejorando la tracción y reduciendo los riesgos de aquaplaning y el peligroso black ice. También podrán generar energía a partir de su movimiento.
Lo hemos visto ahora mismo en modelos de Tesla y otros similares en el mercado pero el cambio será exponencial pues también incluirá a las carreteras que además contarán con sistemas avanzados de seguridad, como cámaras de vigilancia, señalización dinámica y barreras inteligentes para prevenir accidentes.

Dibujemos un futuro donde la eficiencia y la seguridad se unen gracias a la magia del Internet de las Cosas
Varias compañías líderes en tecnología de vehículos autónomos han estado desarrollando y probando sus soluciones. Waymo, anteriormente parte de Google, ha sido pionera en el campo, desplegando taxis autónomos en áreas selectas. Tesla ha introducido características avanzadas de asistencia a la conducción con su tecnología Autopilot. Por su parte, Uber ATG, que fue vendida a Aurora, también estuvo involucrada en el desarrollo autónomo. Cruise, una subsidiaria de General Motors, y Nuro, especializada en la entrega autónoma de bienes, han estado realizando pruebas en carreteras reales. Aptiv, en colaboración con Lyft, y Baidu a través de su proyecto Apollo, también han estado trabajando en el uso de esta tecnología.
Incluso los amantes de Barbie estarán de acuerdo con nosotros, en este tema “no todo es color de rosa”. La adopción generalizada de vehículos autónomos enfrenta desafíos considerables. Entre ellos se encuentran la seguridad y confiabilidad, ya que estos vehículos deben operar en una amplia variedad de condiciones y enfrentar situaciones impredecibles en el tráfico. Además, las preocupaciones éticas y legales relacionadas con la toma de decisiones en escenarios complejos plantean interrogantes sobre la responsabilidad en caso de accidentes.
La integración con los vehículos manuales en las carreteras también presenta dificultades, junto con la necesidad de una infraestructura adecuada para la comunicación entre vehículos y con la infraestructura vial. La ciberseguridad es otro reto importante, ya que los vehículos autónomos son susceptibles a posibles ataques informáticos.
Por ello, todos los proyectos tienen en común el elemento seguridad. Los automóviles del futuro e incluso los nuevos modelos que salen al mercado cada año, estarán equipados con sensores avanzados que les permitirán detectar obstáculos, otros vehículos y condiciones de la carretera en tiempo real. En caso de peligro, los vehículos serán capaces de comunicarse entre sí y con las carreteras para tomar decisiones instantáneas que eviten accidentes.
Al final de cuentas gana la humanidad, a medida que nos adentramos en esta nueva era de la conectividad automotriz, las carreteras y los vehículos se convertirán en elementos integrados de un sistema inteligente, trabajando juntos para mejorar la eficiencia, la seguridad y la sostenibilidad. El Internet de las Cosas permitirá que nuestras ciudades sean más habitables, nuestros desplazamientos más ágiles y nuestras vidas más seguras. Aunque aún hay desafíos por resolver, el futuro promete ser un viaje apasionante hacia la revolución tecnológica que está por venir.