- Lisbet Fernandez-Vina
Lucrezia Buccellati: Un legado de la Alta Joyería Italiana

En una preciosa mañana veraniega y bajo un cielo despejado nos dimos cita con ella en el espectacular edificio Paramount World Trade Center del Downtown de Miami donde se tomaron las imágenes que acompañan estas líneas. Simpatiquísima y conversadora, así es Lucrezia. Esta preciosa mujer de raíces cubano-italianas es la Codirectora Creativa de la firma Buccellati, y junto a su padre Andrea lleva la batuta creativa de la exitosa empresa que se destaca por una larga trayectoria en el mercado, produciendo singulares piezas de alta joyería desde 1919.

La tradición Buccellati
Por varias generaciones la familia ha mantenido el nombre Buccellati en alto. El abuelo de Lucrezia, Gianmaria, uno de los hijos del fundador de la marca, involucró a su nieta en el negocio desde muy temprana edad. “Una de las cosas de las que estoy más orgullosa es que nuestra marca, por más de 100 años, ha logrado mantener su identidad, su estilo, su mismo ADN”, nos contó Lucrezia con satisfacción en los ojos. “Si comparas una pieza que creó mi abuelo con las que yo diseño hoy en día, puedes ver la modernización del trabajo, pero el estilo es muy similar, se puede apreciar la esencia”.
Como tradición familiar, el negocio ha pasado por la mano de varias generaciones, mayormente de padre a hijo, siendo Lucrezia la primera mujer de la familia que participa en la producción creativa de las joyas. “Para mí es un honor ser la primera mujer que lleva la responsabilidad del diseño de las joyas. Soy la primera mujer que ha roto el molde en mi familia, ya que la parte creativa siempre había estado en manos de los hombres. En cada generación, siempre ha existido un miembro de la familia que ha nacido con el don del diseño, y ha sido así como ha continuado nuestra dinastía familiar. No es algo que se aprende, sino más bien lo traemos en los genes”.

Continuando su legado familiar
Cuenta Lucrezia que desde pequeña estuvo rodeada completamente por las joyas de la familia y creció siempre sintiéndose parte de ese exclusivo mundo. “En nuestra generación éramos seis niños, yo soy la mayor y la primera que demostré interés en el campo del diseño. En la universidad me involucré en el mundo artístico y cuando se presentó la oportunidad y la familia necesitó a alguien en Nueva York, ya yo estaba preparada”.
Desde que Lucrezia se incorporó al negocio familiar, la marca ha adquirido un toque moderno, enfocándose en atraer a una clientela juvenil, sin perder la identidad original de las joyas. “Uno de mis aportes ha sido el crear joyas que ”hablen” a las nuevas generaciones. Hace un tiempo diseñé una colección en plata buscando satisfacer el mercado más joven y resultó que las piezas tuvieron gran aceptación inclusive entre nuestras clientas de otras generaciones”, nos contó Lucrezia. Lo cierto es que sus diseños son divinos, cada uno confeccionado con funcionalidad y atemporalidad, pudiendo ser utilizados tanto con jeans como con vestidos de gala.

Sobre la moda de Gustavo Cadile
Para esta ocasión especial, Lucrezia fue vestida por uno de los grandes amigos de su familia, el talentoso diseñador argentino Gustavo Cadile, a quien conoce desde que era niña. “Conozco a Gustavo desde que tengo unos 6 años”, nos confesó Lucrezia entre risas. “La primera vez que vi uno de sus vestidos estábamos en Croacia. Mi mamá estaba participando en una pasarela y Gustavo le llevó uno de sus vestidos”. Nos contó trayendo a colación a su mamá, María Buccellati, quien fue la primera modelo cubanoamericana en desfilar para Dolce & Gabbana. “Siempre he admirado su trabajo, su estilo es sensual, pero al mismo tiempo tiene una elegancia clásica que lo hace atemporal, como nuestras joyas. Hemos conversado mucho sobre el proceso de la creación y hay muchas similitudes entre nosotros. Él también empieza con un diseño clásico y le da un toque vanguardista. Este es un exitoso algoritmo que atrae a las nuevas generaciones”. Y dándole color a su gran admiración por este maestro de la costura añadió: “Todas queremos ser diferentes y destacarnos, y eso es lo que los vestidos de Gustavo hacen para mí. Cuando una lleva sus diseños se siente realmente única”


Disfrutando de la ciudad del Sol
La presencia de la marca Buccellati en Bal Harbour Shops es estratégica, debido a su exclusiva clientela en el sur de la Florida. Por esta y otras razones, desde el pasado mes de septiembre, Lucrezia decidió instalarse en Florida tras más de 12 años de vivir en Nueva York, algo que impactó a su familia. “Mi esposo y yo tenemos dos niños pequeños, uno de 8 años y otro de 5. El año pasado convencí a mi esposo para que nos mudáramos porque yo no soporto el frio. Nuestro hijo mayor todavía no se ha acostumbrado, pero el más chiquito lo está disfrutando al máximo. Miami definitivamente va más acorde con nuestro estilo de vida. Aquí yo me siento más libre para practicar equitación y siento que hasta tengo más energía para hacer más cosas”, nos explicó.
Para Lucrezia, nuestra ciudad también tiene un lugar muy especial en su corazón ya que su familia materna, procedente de Cuba, vivió en Miami por años y ella creció visitando algunos de los lugares más icónicos del sur de la Florida. “Es muy lindo ver cómo Miami ha evolucionado a través de los años, especialmente el área del Downtown. Estamos tan maravillados con la transformación que recientemente adquirimos un apartamento aquí el cual usamos como nuestra segunda casa”. Y sobre sus raíces cubanas añadió: “Todo el mundo se sorprende cuando escucha que yo soy mitad cubana. Para mí es un orgullo contar con estas raíces. Me fascina la energía de los cubanos y cuando se mezcla con mi sangre italiana pues, de ahí proviene mi pasión.”
Fotos: Alberto GonzÁlez @ag0nzphoto. Estilismo: Gustavo Cadile @gustavocadile. Joyas: Buccellati Bal Harbour @buccellatimilan. Cabello y Maquillaje: Tzahi Musa @tzahihairmakeup. Producción: LMA Consultants @lmaconsultants. Localización: Paramount @paramountmwc