- Vicky Luján
Relación con el azúcar: ¿es sana o tóxica?
Por Vicky Luján, Sugar Mindfulness Coach, IG: @vicky.lujan

Una relación de amor y odio. ¡Esa es nuestra relación con el azúcar! Y aunque muchos no se consideran amantes de los dulces, cuando hablo de “azúcar” realmente me refiero a los carbohidratos. Todos, de una u otra manera, tenemos amoríos con los carbohidratos. Ellos nos endulzan la vida, los momentos familiares, las ocasiones especiales, y hasta los viajes exóticos o las escapadas que nos sacan de nuestra rutina.
Ahora bien, estos amoríos con los azúcares se pueden transformar en una relación tóxica, es decir: “una relación en la cual una de las personas no siente la capacidad de liberarse, aunque ésta le haga daño”. Y es allí, donde los azúcares pueden convertirse en una amenaza para la salud.
Los antojos compulsivos por el azúcar o carbohidratos, la sensación de hambre durante todo el día, la necesidad de comer algo dulce a media tarde o el cambio de humor por no ingerirlo, son algunos de los síntomas de una relación tóxica con los carbohidratos.

Indicadores de una relación tóxica con el azúcar
Hay 4 indicadores que determinan si tenemos una relación tóxica con los carbohidratos. Y estos tienen que ver con nuestra dependencia y percepción de control frente a ellos.
Dependencia emocional: si no puedes controlar la necesidad de consumirlos. No puedes vivir sin ellos, y desarrollas una sensación de desconsuelo. De hecho, sientes que el azúcar controla tu ánimo.
Dependencia física: cuando sientes que el azúcar te obliga a comer en cortas horas y frecuentemente. No puedes dejar de comer un dulce después de la comida, o quizás a media mañana o a las 3 de la tarde.
Dependencia energética: se traduce en cansancio incontrolable. Sientes la necesidad de buscar un alimento con carbohidratos, pero con azúcares refinados, o incluso un café para reactivarte.

Dependencia mental: te genera mal humor y ansiedad alejarte por mucho tiempo de los carbohidratos refinados. Te sientes controlada por pensamientos compulsivos que no cesan hasta que los consumes.
Más que su mismo consumo, es esa sensación de dominio externo lo que hace que una relación sea dañina. Nos cegamos y no tenemos la posibilidad de tomar decisiones asertivas para que los carbohidratos sean realmente nuestros aliados. Como en cualquier relación de pareja, cada uno debe ser cómplice, y actuar en el mejor interés del otro.
De esta forma, cuando ganamos el control y logramos establecer una relación sana, los carbohidratos tienen beneficios únicos para nuestro cuerpo. Y es por eso que no constituyen un amor imposible.
Los carbohidratos: un amor posible

Los carbohidratos son uno de los macronutrientes esenciales que debemos tener en nuestra dieta alimentaria. Son la principal fuente de energía y de más rápida absorción por nuestro cuerpo.
Sin embargo, su reputación le precede. Cada que vez que los consumimos generan picos de azúcar en sangre, lo cual puede producir radicales libres y otras reacciones químicas en el cuerpo que pueden ser el origen de enfermedades inmunológicas. Adicionalmente, se les atribuye ser la principal causa de sobrepeso a nivel mundial.
Pero los azúcares son esenciales para nuestro cuerpo. El problema ha sido que los hemos generalizado. Hay carbohidratos buenos, como los que se encuentran en las frutas, vegetales, cereales integrales y granos, y hay carbohidratos de más cuidado, que son los azúcares refinados.
Cuando consumimos los carbohidratos correctos, de manera apropiada y en cantidades moderadas apoyamos nuestra salud y nuestra flora intestinal. El secreto está en tener una relación sana. Se trata de ser consciente de su consumo, entender sus beneficios, y seleccionar los de lenta absorción y mayor cantidad de fibra.
Si aprendemos y alcanzamos un sugar mindfulness, que defino como nuestra capacidad de tener una relación sana y consciente con el azúcar, lograremos el balance perfecto de nuestra conexión cuerpo-mente, nivelando nuestra flora intestinal y activando nuestra alimentación intuitiva.
3 trucos para una relación sana con el azúcar

Toda relación requiere acciones que favorezcan la conexión a largo plazo, en la que haya una comprensión sobre la bio-individualidad. ¡Allí está la clave! En comprendernos a nosotros individualmente, antes de entrar en una relación (así estemos hablando de una relación con los azúcares y carbohidratos).
Ahora bien, existen trucos que siempre nos ayudarán a mejorar. Lo primero es entender que la primera comida del día debe ser rica en fibra, proteínas y grasas saludables, eso hará que bajen tus ansias por comer dulces.
Una segunda recomendación es que bajo ninguna circunstancia consumas carbohidratos solos. Las proteínas y las grasas saludables deben ser como esa chaperona que no permite que algo indebido suceda. Las nueces, quesos, vegetales verdes, son excelentes para combinar con los carbohidratos.
Y un tercer truco es dejar los carbohidratos o dulces de tu comida de último. Esto incluye las frutas. Comienza con los vegetales y las proteínas, y deja para el final a tu gran amor. Esto hará que tengas una relación sana y consciente con los azúcares.