- Lisbet Fernandez-Vina
Yaima Ortiz: Más allá del voleibol
Updated: Dec 21, 2022

Yaima impresiona con su esbeltez, combinadas armónicamente para caracterizar a esta mujer emprendedora, que es hoy madre, esposa, modelo y diseñadora de accesorios de lujo, que atesora en su historial los éxitos obtenidos como medallista olímpica en la cancha de voleibol. Se caracteriza por la calidez y cariño con que trata a todos los que la rodean. Ella es simplemente una dulzura, con una sonrisa que desafía las convenciones y rompe barreras.
Nos sentamos a conversar frente a una copa de vino en el prestigioso JW Marriott Marquis, donde se llevó a cabo la sesión fotográfica que ilustra este reportaje. “Fue una experiencia maravillosa”, me confesó hablando del proceso. “Me sentí muy a gusto con todo el equipo y sentí que la energía fluía entre todos, como si fuéramos parte de una gran familia”, añadió agradecida. Durante la conversación disfruto su franqueza y su estilo directo, sin tapujos.
Comenzamos conversando sobre los deportes y de su temprana carrera como voleibolista, y donde formó parte del prestigioso equipo ‘Las Morenas del Caribe’, conocido internacionalmente por los éxitos alcanzados sobre la cancha. “Mi paso por el equipo nacional de voleibol en Cuba fue un poco traumático, con muchas altas y bajas”, me contó con cierta nostalgia. Su carrera como deportista profesional comenzó en el 2002, cuando apenas cumplía los 20 años, tras una larga preparación juvenil. Desde el principio, Yaima brilló con luz propia, participando en los juegos Panamericanos, al igual que en las Olimpiadas del 2004 donde se llevó a casa la medalla de bronce y luego en el 2008 donde terminaron en cuarto lugar.

“Durante mis primeros Juegos Olímpicos, sufrí muchas lesiones pero me sentí muy orgullosa de ser parte de ese equipo tan joven que fue capaz de lograr un bronce olímpico. Luego en Beijing, la experiencia fue dolorosa. El equipo estaba bien preparado y estábamos seguras que discutiríamos el oro. Pero todo se derrumbó al perder contra USA en los cuartos de finales. Fue muy duro e inolvidable”, añadió.
Tras esa experiencia Yaima se tomó un tiempo de descanso, decisión que fue sancionada por las autoridades cubanas con dos años de penalidad sin poder jugar voleibol, algo que la forzó a desvincularse del equipo de Cuba y ampliar sus visión incursionando en otras profesiones. Fue entonces, cuando en una visita a Chile donde vivía su mamá en ese entonces, la vida le hizo un guiño. “Caminando en la calles de Providencia me detuvo una persona para preguntarme que si yo era modelo. Desde pequeña siempre me llamó la atención el mundo de la moda, pero a primera vista no lo conocí. Luego me percaté que era ¡el gran Ruben Campos!” El reconocido diseñador chileno que estaba en busca de un talento fresco, ya que su musa estaba embarazada en aquel entonces. Fue así como pisó su primera pasarela y de su mano aprendió del mundo de la moda. “Modelé dos años en Europa y Latinoamérica fue una experiencia fascinante y de la cuál estoy muy agradecida”. Dos años después Yaima volvió a las canchas.
Fue entonces, en el 2010, que comenzó una carrera internacional, recibiendo ofertas de varios club europeos, y escogiendo finalmente al equipo ruso donde jugó por dos años. Pero el frio la espantó y terminó en Turquía jugando para el famoso equipo de voleibol femenino, donde desarrolló un excelente rol obteniendo multiples triunfos hasta su retiro en el 2013. “Realmente hoy puedo decir que no extraño el voleibol porque considero que la vida es basada en etapas”, me explicó a modo de cierre. En Turquía su vida dio otro giro, y fue a través del amor, cuando conoció al diseñador de yates y empresario, Riza Tansu, con el que lleva casada más de 10 años. “Riza es brillante”, aseguró con brillo en los ojos. “Nos apoyamos mutuamente en todos los proyectos. Solo con mirarnos ya sabemos qué funciona y qué no. Siempre encontramos el balance”.

Tras el matrimonio se mudó permanentemente a Estambul, ciudad que le ha cambiado la vida. “Estambul es una ciudad mágica, con mucha particularidad. Los turcos tienen una ideología diferente de la vida y eso me fascina. Estambul es y será siempre mi hogar. Cuando cruzo el Bósforo siento que llegué a casa, y luego me hago mi cafecito cubano mirando las gaviotas. Es una bendición”.
De ese amor nació Ryker, que con su alma aventurera vino a transformar su universo. “Ryker es mi aire, la luz de mis ojos. Siento un amor incalculable e indestructible hacia él, es el sentimiento más puro y profundo que jamás he sentido”, y agregó ensimismada. “A través de esta experiencia aprendí a entender a mi mamá cuando no dormía hasta que no llegaba a casa. Como a ella le afectaban más mis problemas, y cómo disfrutaba de mis triunfos. Cuando él sonríe puedo con todo, soy invencible”.
“Me inspiro diariamente en ese mar que une a cada uno de los continentes, con su cultura y diversidad. De ahí nació la idea de crear algo donde en cada pieza el factor común sea el mar. Mi marca YO es el reflejo de mis vivencias”
Esa actitud de Superwoman la ha llevado lejos. Ahora, más allá del voleibol, Yaima se ha reinventando como empresaria y diseñadora de accesorios de lujo con una colección de joyas que está lanzando al mercado este mes, y que lució en las fotos que ilustran este reportaje. “Mi esposo tiene mucho impacto en Yaima más allá del volleyball”, aseguró. “He aprendido muchísimo con él, como por ejemplo a entender que la simplicidad es el reflejo de la sofisticación. Un día conversando me dijo: ‘Tienes ojos de diseñadora y te pasas el día creando, ¿por qué no pruebas a construir tu propia marca? Así fue que empezó mi travesía con la marca YO”.

Lo cierto es que Yaima posee un estilo único, de aquellos que hacen tornar miradas. Su visión es llevar ese je-ne-sais-quoi que la hace especial a una marca lifestyle inspirada en su fascinación por el mar. “Me inspiro diariamente en ese mar que une a cada uno de los continentes, con su cultura y diversidad. De ahí nació la idea de crear algo donde en cada pieza el factor común sea el mar. Mi marca YO es el reflejo de mis vivencias”.
Esta primera entrega es una colección de joyas, creada con materiales sostenibles y ecológicos. La línea “By the Sea” combina piedras preciosas y semipreciosas con madera, oro, plata, jute y cuero para lograr piezas únicas, todas elaboradas a mano por un talentoso equipo. Como complemento, Yaima también está trabajando en una colección de ropa resort con diseños turcos plasmados sobre seda y viscose, que saldrá al mercado a finales de enero.
“Aunque somos ciudadanos del mundo, amamos a Miami. Aquí adquirimos recientemente una propiedad. Esta es una ciudad llena de adrenalina, con mucha diversidad”
De sus planes para el año próximo nos adelanta que está creando una base de operaciones aquí en Miami, donde vive parte del año, y de dónde piensa mercadear su línea lifestyle. “Aunque somos ciudadanos del mundo, amamos a Miami. Desde hace tiempo que visitamos varias veces al año y ahora aquí adquirimos recientemente una propiedad. Esta es una ciudad llena de adrenalina, con mucha diversidad”. Deseamos que esta nueva etapa en la ciudad del sol sea muy fructífera para esta talentosa emprendedora y que el año que comienza venga cargado de éxitos.


